El engaño está presente en la tierra desde hace mucho tiempo y no es solo un fenómeno reciente. Los humanos lo hacen, es verdad, pero también lo hacen muchas criaturas vivientes. El engaño beneficia a los individuos en muchas especies; algunas formas comunes incluyen la imitación, el camuflaje, el adulterio y el engaño.(4) Los humanos suele hacer lo que sea necesario para ganar. Las luchas por la comida, espacio, apareamiento, especialmente cuando alguno o todos ellos escasean, pueden tornar cualquier situación en algo desagradable muy rápido.
Los humanos paleolíticos y las antiguas culturas indígenas eran promiscuas y esto se puede deber a su supervivencia.(14) Reproducirse, alimentarse, sobrevivir y desarrollarse: las reglas eran simples. Y se aceptaban.
Los cambios culturales a través de los siglos redefinieron las relaciones y el concepto de engañar.
La palabra "engaño" existe desde hace más de 700 años. Proviene de la palabra francesa "escheat" (de fines del siglo XIV y mediados del siglo XV), que significa transferir la propiedad de un locatario a un locador,(1) y los funcionarios corruptos solían realizar fraudes absolutos.
Por lo tanto, a mediados del siglo XVI, "escheat" se transformó en una versión más corta. Desde fines del siglo XVI, la palabra se refirió a algo robado o a un ladrón.
Los humanos paleolíticos y las antiguas culturas indígenas eran promiscuas y esto se puede deber a su supervivencia.(14) Reproducirse, alimentarse, sobrevivir y desarrollarse: las reglas eran simples. Y se aceptaban.
La primera vez que la palabra se refirió a alguien que fue infiel fue en la década de 1930.(1)
Engaño, Infidelidad, Adulterio. Todas se utilizan cuando se habla de una aventura. Pero pueden ser muy distintas.
La infidelidad es emocional. Es, en esencia, una traición física, emocional o social, que elimina los límites que estableciste en tu relación, al hacer algo que nunca pensaste que harías. No siempre implica el sexo físico pero es una traición de la confianza.
El Adulterio es engañar. Como la infidelidad, implica salir de los límites de la relación amorosa, matrimonio o matrimonio de hecho, para tener sexo con alguien más. Uno de los cónyuges involucrados se encuentra en una relación comprometida. El "Adulterio" es el término legal que se utiliza en el tribunal cuando un divorcio es inminente. A diferencia de la infidelidad, el adulterio suele tratarse sobre el sexo y no las emociones.(2)
Sin embargo, el engaño es más que sexo y emoción. No siempre se desaprueba y no siempre se refiere a una persona que le es infiel a su pareja. Engañamos para tener ventaja o para tener razón en algo malo o bueno.
Celebramos el engaño en las películas. Las películas como "Ahora me ves" y "Un golpe de altura" son historias modernas de Robin Hood, donde los chicos buenos le roban a los ricos y se lo dan a los pobres.
Engañamos para escapar. En algunas ocasiones, engañaremos para animarnos a dejar una relación tóxica y una pareja agresiva. Y esto, en cada sentido, es una infidelidad. Pero al final nos salva.
Así que el engaño es adulterio y engañar PUEDE ser una infidelidad, pero abarca mucho más que dormir con alguien que no es tu cónyuge o pareja. En ciertos casos, puede ser bueno.
Joseph B Wirthlin, el empresario estadounidense, dijo que:
Mentir, robar y engañar son algo común.(3)
Y es verdad. Lo que pasa con el engaño es que nos RODEA. Casi todos lo hicimos. Todos sentimos la desesperación de necesitar algo para tener éxito, sentirnos mejor o ganar.(4)
Los humanos engañan de una manera u otra. Se trata de aprovecharse cuando uno puede y, muchas veces, cuando uno lo necesita.(4)
Engañar fortalece a las personas para que alcancen sus objetivos, de forma correcta o incorrecta. En la vida, en los negocios, en los deportes, en las relaciones, la gente suele engañar.(4) Es una forma de obtener algo al costo más bajo posible.(4)
También solemos engañar cuando vemos a otras personas hacerlo y salirse con la suya, cuando ellos (compañeros de trabajo, amigos) lo aceptan. Esto cambia nuestro comportamiento, comenzamos a pensar que está BIEN.(5) ¿Quién no ha robado bolígrafos y lápices del trabajo? Y si no te descubren, mucho mejor.
Quizá esto es el motivo:
Los humanos paleolíticos y las antiguas culturas indígenas eran promiscuas, todo en beneficio de la supervivencia. Vivían juntos, dormían juntos y criaban a los hijos juntos. Reproducirse, alimentarse, sobrevivir y desarrollarse - las reglas eran simples.
Las mujeres paleolíticas eran extremadamente promiscuas, y era común que los hombres esperaran su turno para tener una oportunidad con la misma mujer.(6)
Antes de la colonización europea, las comunidades indígenas alrededor del mundo eran más abiertas cuando se trataba del sexo y el amor. Las relaciones íntimas se alentaban y el sexo prematrimonial y las aventuras extramatrimoniales nno se juzgaban. El incesto no era inusual en todas las clases sociales, especialmente en las clases sociales altas. El matrimonio no tenía que durar para siempre y la gente cambiaba de pareja con facilidad y no la juzgaban. Los matrimonios abiertos no eran tan poco comunes como podrías pensar. La poligamia era una parte prominente del matrimonio tanto en las clases sociales bajas como altas de muchas culturas. Los "juegos de llaves" como "Ume" en Hawaii(7) y Ghat Kanchuki en la India(8) eran parte de estas culturas.
Cuando los europeos aparecieron, los valores conservadores de la intimidad se impusieron en las poblaciones indígenas. Antes de esto, el poliamor (Punalua) era bastante común.
A mediados y fines del siglo XIX y a comienzos del siglo XX, se alentaba el matrimonio, especialmente para las mujeres, que no tenían poder real.
No todas las mujeres querían casarse. Fundar un hogar, cuidar a los niños y, para las mujeres de clase social alta, encargarse de los sirvientes podía ser demasiado aburrido para las amas de casa jóvenes. Muchas mujeres buscaban más libertad para vivir sus vidas de la manera que eligieran y una aventura con otro hombre (o mujer) era el paso para la libertad y la emoción. Las amas de casa infieles no son solo un fenómeno del siglo XXI.
Los hombres casados tenían la libertad de estar con otras mujeres y seguir casados, ya que sus esposas no tenían permitido divorciarse de ellos. Por otro lado, cuando las amas de casa solitarias tenían una aventura, sus esposos podían divorciarse de ellas, dudar de la paternidad de los hijos y perjudicar sus reputaciones.
Pero era común que se recibiera en la familia a las mujeres casadas dde clases sociales altas y cualquier hijo inesperado.
También era común que los hombres casados y solteros buscaran la compañía de prostitutas. A las prostitutas se las consideraba como "deshonradas", "adulteradas". Las sociedad las castigaba por su audacia, su independencia y su espíritu.
En la década de 1970, el 63% de los hombres y el 73% de las mujeres no aceptaban las aventuras como algo que estuviera BIEN. En la actualidad, el 78% de los hombres y el 84% de las mujeres consideran que engañar no está BIEN.(9)
Pero igual lo hacen. De hecho, como se vio a lo largo de la historia, es más probable que los hombres tengan una aventura. Pero en la actualidad, las mujeres son más fuertes, más independientes y también engañan más. La mayoría tiene su propio dinero, sus propias carreras y en la actualidad tienen un 40% más de probabilidades de engañar que en la década de 1990.(9) Su mayor presencia en el trabajo, mayor responsabilidad en el trabajo y el aumento de los viajes hace todo más sencillo. Y la culpa no parece ser parte de la ecuación para muchas de ellas.
Lo que resulta sorprendente sobre engañar es que no siempre es por sexo. Una encuesta dice que el 92% de los hombres que engañan no lo hacen por sexo. Es porque no se sienten conectados con su pareja. El afecto desapareció(9)
Solemos considerar al engaño como una situación más grave de lo que es. Creemos que solo se trata de tener sexo con alguien más y de ignorar a nuestras parejas. La mayoría de la gente no engaña a propósito; suele haber un motivo mayor, una historia detrás que provoca que alguien actúe sin pensar, sin considerar las consecuencias. O quizá porque la consecuencia es una salida rápida.
Puede ser, y suele serlo, sobre la necesidad de algo más.
¿Por qué engañamos? Algunas personas creen que está en nuestro ADN, nuestra composición genética. Crianza contra naturaleza, género, una pareja que trabaja demasiado, el cuidado excesivo de los hijos, una oportunidad para divertirse, un aburrido matrimonio sin sexo, un matrimonio abusivo, un matrimonio emocionalmente doloroso; existen varios motivos que suelen conducir al engaño.
Los hombres y las mujeres engañan por varios motivos y no siempre es blanco y negro. A veces, tan solo es una aventura cuando estás ebrio, pero la mayoría de las veces es mucho más. Se realizaron encuestas para descubrir el porqué y Ashley Madison llevó a cabo varias encuestas en 2017 y 2018.
Cualquiera sea la conclusión, suele parecer que una tristeza rodea a la persona que engaña. Les falta algo en sus vidas o en su matrimonio. Quizá no somos una buena combinación con nuestra pareja. Puede que tengamos bajo autoestima y ese aumento de confianza de alguien que no es nuestra pareja es tentador.
El 55% de los hombres pensó en engañar y el 44% tuvo una aventura.(10) El 39% de las mujeres engañó y el 35% pensó en hacerlo.(13)
Pero parece que tener una aventura es mucho mejor que escapar de la realidad de una matrimonio miserable. El 54% de los hombres y el 34% de las mujeres(9) no tenían problemas con sus matrimonios antes de ser infieles. La mayoría de la gente no busca una relación, solo quieren divertirse.
El 61% de los encuestados dijo que fueron infieles por el sexo.(11) Estaban más interesados en tener encuentros discretos.
De este número, el 76% dijo que su aventura satisfizo sus necesidades sexuales.(11)
Somos criaturas sexuales, y el sexo siempre será una parte importante de nuestras relaciones, una parte esencial de nuestra composición humana.
Algunas personas engañan para ser más felices y tener un matrimonio más sano y fuerte para que puedan continuar con su relación actual. El amor es una emoción fuerte y las personas pueden estar dispuestas a engañar pero todavía están enamoradas con la persona que se casaron, pueden tener hijos y valores que la gente no quiere perder.
El matrimonio y las relaciones son difíciles y, a veces, cuando uno no obtiene lo que tenía en mente, la gente lo busca en otro lugar. Se debería utilizar el tiempo para solucionarlo, pero a veces las cosas no se pueden solucionar. Y por motivos que pueden no ser visibles para alguien que no es parte de la relación, la gente es infiel.
La encuesta de Ashley Madison dice que "ser infiel para quedarse" es bastante común.
De este número, el 54% de la gente encuestada no quiere dejar a su pareja y quiere algo temporal y divertirse. Alrededor de la mitad de ellos, el 51%, afirma que una aventura los llena de vitalidad. El 50% dice que solo quiere tener sexo.(12)
Cuando estás en una mala relación, a veces no sabes cómo dejarla. Te sientes atascado y puedes creer que esto es lo mejor que puedes hacer. No es inusual entrar al mundo de las citas para adultos para encontrar otra relación y luego obtener la fortaleza para dejar una relación tóxica. Puede que te sientas mejor, más fuerte y poderoso. Puedes olvidar quién eres cuando estás con alguien más, cuál es tu realidad y lo mala que es tu relación, y solo ser feliz.
Y, en algunas ocasiones, que tu pareja lo descubra y tener ese conflicto te permite dejar la relación. También puede ser una oportunidad para que tu pareja se libere. Es fácil engañar, ser el chico malo y salir de la relación en la que ya no querías estar.
Por ese motivo, puede que engañemos cuando estamos en una relación tóxica que queremos dejar. Engañar puede que sea lo que te dé la fortaleza para hacerlo.
Engañar a tu pareja puede tratarse sobre tener el poder de elegir tu destino, sobre darte cuenta de que eres más y que puedes hacer lo que sea necesario para ser feliz.
Resulta más probable que las mujeres quieran que su aventura se convierta en una relación.(9) Puede que engañen solo para estar en una relación feliz.
De acuerdo con varios de los encuestados en la encuesta de Ashley Madison, engañar satisface sus necesidades emocionales. Para los 2018 miembros encuestados, todos miembros de Ashley Madison, la infelicidad emocional y querer a alguien por el quien sentir afecto fue el principal motivo para tener una aventura.
El 48% afirmó que recibían más afecto de su amante que de su cónyuge o pareja.(12)
El 42% engañó por la amistad(12) de alguien que no era su cónyuge o pareja y el 37% por necesidades emocionales.(11)
En determinado momento, queremos más, queremos sentir más, ser más, tener más. La gente encuestada por Ashley Madison dijo que las aventuras los hacían sentir "más vivos". Traicionan a sus parejas pero no a sí mismos.
La gente suele perder contacto con quienes son, cuáles son sus principales creencias y valores, y descubren que una aventura les brinda un sentido de control sobre sus vidas. No siempre se trata sobre una mala relación; puede ser algo egoísta. No se trata de la pareja: es sobre la persona que engaña.
Y se estima que alrededor del 10% de los futuros padres engañan a sus parejas embarazadas. Esto, la mayoría de las veces, se debe a que tienen menos sexo.(14)
La encuesta de Ashley Madison le preguntó a mujeres y hombres con quién engañan. Mientras algunos engañan con alguien en el ardor de un momento de ebriedad, es más probable que piensen cómo engañan y con quién. La mayoría de los encuestados engañaría con alguien que conocen.
En otra encuesta, el 88% de los hombres dijo que la apariencia de su amante era irrelevante, lo que sugiere de nuevo que engañar no solo se trata del sexo.(9)
¿Es malo engañar? No siempre. ¿Deberíamos sentirnos avergonzados por hacerlo? Definitivamente no. Existen motivos para engañar y no podemos juzgar lo que no podemos ver a puertas cerradas.
Las aventuras son complicadas. La mayoría de las personas afirman que no están de acuerdo con engañar, pero la cantidad de gente que engaña dice lo contrario. En el 2018, más de 53 millones de personas de todo el mundo se inscribió en ashleymadison.com. La mayoría de los infieles se conecta discretamente al usar aplicaciones especializadas de citas para casados. Engañar puede ser mucho más complicado de lo que algunos puedan pensar.
Engañar no suele tratarse sobre la otra persona. Se trata sobre el infiel.